En una semana qué resultados habrás obtenido:

• Con tan sólo la primera actividad, comprobarás una vez más por qué es únicamente Dios quien puede mantener unida a tu familia y darte fuerzas para no desistir en el camino.

• Habrás abierto una puerta a la conversación con tus hijos alrededor de los principios de Dios, lo cual te permitirá tener desde ahora un punto de referencia único para instruirlos desde lo que Dios piensa y no desde lo que para ellos es un capricho impositivo tuyo como padre.

• Habrás experimentado una herramienta que te permite fácilmente apartar un tiempo realmente especial para instruir a tus hijos en cosas importantes para sus vidas y que tengan resultados en la vida cotidiana.

• Habrás pasado una vez más por ese momento en que todos pensamos: “ojalá nunca crecieran”, y habrás guardado ese instante para recordarlo cuando pasen los años. ¡Lo genial es que con nuestro material aún tendrás cinco semanas más de momentos geniales que ellos y tú guardarán en tu corazón para siempre!

En seis semanas qué resultados habrás obtenido:

• Dios te habrá hablado a ti y a tu cónyuge sobre muchos aspectos acerca de cómo ejercer una paternidad acorde a la paternidad que ejerce Dios ahora mismo con nosotros. Cosas que ya haces bien y tal vez cosas que aún te faltan.

• ¿Se necesita un respiro, verdad? Pues al cabo de estas seis semanas, habrás desarrollado un hábito semanal para hacer un alto en el camino y separar un pequeño momento para entrar en contacto con tu familia en un plano sin distracciones, y a partir de esto entrar en contacto con Dios y tener par ti y tu familia la pausa semanal real que Él quiere que hagamos y, sobre todo, ¡Que disfrutemos!

• Habrás logrado que tus hijos mediten por algunos momentos sobre cosas verdaderamente importantes para Dios (muy diferentes a lo que ven YouTube), las cuales en adelante beneficiarán invaluablemente sus vidas en muchos aspectos: intelectual; autoestima; rectitud; confianza; respeto hacia ti; sus hermanos y otras personas; conciencia de Dios y cómo actúa en su vida; sentido de obediencia, y humildad.

• Tus hijos habrán sentido y conocido que en verdad te preocupas por ellos, es decir, no sólo por su sustento, sino por sus almas, por lo que piensan, sienten y experimentan en cada etapa de su crecimiento.

• Percibirás ahora a tus hijos con un grado mucho mayor de entendimiento acerca de Dios y cómo es que lo que enseña es bueno para sus vidas, en términos prácticos, esto quiere decir: cada vez un poco menos de resistencia para obedecer la instrucción que les das.

• Habrás logrado establecer conversaciones con tu espos@ y con tus hijos sobre cosas importantes para ellos que normalmente no se hablan.

• Habrás provocado momentos donde los corazones se dispusieron para que Dios hiciera su obra y convirtiera…
  • Corazones duros en tiernos 
  • Almas irascibles en apacibles y comprensivas
  • Orgullo en humildad
  • Altivez en sencillez
  • Explosividad en mansedumbre
  • Y además, un espacio donde declaraste una bendición sobre tu espos@ y tus hijos; palabras que trascenderán generaciones.

• Habrás motivado momentos para orar en familia ¿Hace cuánto que no lo haces con tus espos@ y en medio de tus hijos?

• Habrás generado momentos donde conoces más su forma de ser, donde pudiste ver los talentos de tu espos@, de tus hijos, donde salieron esas risas y sonrisas, y toda la belleza en ellos que a veces la cotidianidad no permite ver.

• Habrás logrado aprender muchas cosas sobre Dios y la Biblia que antes no sabías.

• Habrás compartido como familia, y juntos habrán meditado sobre su propósito dentro de la congregación local, y en el Reino de Dios en general.

• Si de repente te cuesta trabajo orar por tus hijos y mencionar esas cosas importantes para pedirle a Dios que esté al tanto de sus vidas, a través de las letras de nuestras canciones, habrás expresado bendición sobre ellos muchas veces y de muchas maneras diferentes ¡Sólo que lo habrás hecho cantando! 

• Lograrás que tus hijos obtengan un reconocimiento propio y la construcción de una identidad personal enmarcada dentro de las enseñanzas de Dios

• Acumular hermosos recuerdos en familia.