Fortalecer la relación entre Dios y la familia, a través de canciones que la lleven a reflexionar una vez más sobre Sus principios.

Queremos fomentar que la escucha de música sea, desde la más temprana edad, una acción que tenga propósito. Necesitamos ver jóvenes que sepan definir su gusto musical según si los textos los edifican y no solamente porque el sonido de la música es atractivo aún cuando la letra no le aporta nada a su vida ni glorifica a Dios.

Queremos dejar una marca en los niños con su nombre propio a fin de que la recuerden durante toda la vida, algo que sus papás puedan usar en muchos momentos para recordarles sobre la marcha lo que Dios dice acerca de ellos. 

También queremos que los padres tengan una herramienta adicional que les ayude a instruir a sus hijos en la Palabra de Dios.

De estas canciones no sólo buscamos que aprendan los niños sino también que los adultos refresquen su memoria conforme a cosas sencillas que Dios les ha enseñado, pero que de repente han olvidado. En conclusión, anhelamos que toda la familia sea edificada.